miércoles, 7 de noviembre de 2012

La Nave de los Locos

La nave, que viaja, se desenvuelve, acciona, genera conflictos, la nave de los locos, la nave rebelde, sin técnica, con pasión, con coraje, la nave de los inquietos, contra hegemónica, intrépida, valiente, sin rosa de los vientos, vagabunda, de los locos!!! . Gracias a los amigos del Paraguay, Mendoza, Perú y a los paisanos… Muchas Gracias a las mujeres que hicieron posible este encuentro en Valparaiso… www.polancograffestival.cl

Cuarto Encuentro Latinoamericano de Muralismo y Arte Publico.

Una puesta, desde donde venimos, desde donde nacemos, hacia donde vamos, sin ser necesarias conclusiones, sin concluir, una puesta de sol, un despertar del sol, un barrio, una villa, una población, un Pueblo. una propuesta, una propuesta que se genera, que nos invita a envolvernos e involucrarnos en el manto de lo social, de lo Público, de lo político, una propuesta que aceptamos, somos entre ese despertar, saliendo de la cueva, liberando nuestra libertad, reluciendo y transformando nuestro entorno, seremos los inquietos, los que proponemos un cambio, una otra mirada, un pueblo sensible, cariñoso, tratando de ser, seres humanos, cálidos, generosos, responsables, rebeldes, buscando un desarrollo a través del pensamiento, de la crítica, entre un capitalismo, irónico, acomodadamente quieto, insensible, intolerante, egoísta… Gracias ilimitables al D.D.H.H de Godoy Cruz, por su gran apoyo, fuerza, perseverancia, coraje, laboriosidad y por sobre todo, gracias por su calidad Humana. Los Oberoles

Cuarto encuentro de Arte Público y Muralismo, Villa Sarmiento, Godoy Cruz, Mendoza, Argentina.

Los heraldos negros Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... Yo no sé! Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. Serán tal vez los potros de bárbaros atilas; o los heraldos negros que nos manda la Muerte. Son las caídas hondas de los Cristos del alma de alguna fe adorable que el Destino blasfema. Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza, como charco de culpa, en la mirada. Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé! Cesar Vallejo, Escritor Peruano.